Cristiano trabajó en uno de los campos de Valdebebas en solitario, acompañado únicamente por su hijo mayor, Cristiano Junior, de 12 años de edad y que sigue sus pasos en el fútbol. No está claro durante cuántos días alargará su estancia en Madrid el portugués, aunque no es la primera vez que viene a la capital de España. Sin ir más lejos, ya estuvo en uno de los palcos del Bernabéu presenciando el Clásico de marzo de 2020, el último duelo en casa del Madrid antes del inicio de la pandemia de COVID-19. Aprovechando que estaba sancionado con la Juventus, viajó a Madrid y celebró los dos goles blancos aquel día, de Vinicius y Mariano, para el triunfo final por 2-0.
Durante el Mundial surgieron informaciones que relacionaban a Cristiano con el Al Nassr de Arabia Saudí, pero él mismo se encargó de desmentirlas desde Qatar. Su intención sigue siendo la de jugar al máximo nivel europeo, si puede ser en un equipo que dispute la Champions League, donde desea seguir engordando sus cifras para terminar como el máximo artillero de la competición. Hasta que surja una oportunidad, sea en Europa o sea en otro continente, sabe que tiene las puertas de Valdebebas abiertas de par en par.
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